Conócenos mejor

Soy Violeta González, y estoy detrás de The Yogi Planner, mi proyecto más personal. Comencé a tener contacto con el mundo del yoga tras una crisis emocional en el año 2019. Mi psicóloga me animó a practicar Mindfulness junto a ella, y enseguida comencé a sentir los beneficios de la meditación. Poco a poco, comencé a cambiar rutinas y hábitos de mi día a día, tomando más consciencia sobre mí y el entorno que me rodea, y así sin más, un día me animé a probar una clase de yoga. Como todos sabemos, llegó la pandemia, pero gracias a las herramientas adquiridas a través del Mindfulness supe adaptarme a la situación y ser yo quién controlase mis pensamientos y emociones y no al revés. Como muchas personas, desempolvé una tablet que tenía guardada en el fondo del armario y empecé a buscar vídeos de yoga para continuar con mi práctica. He de reconocer que no fue un amor a primera vista, y no por el yoga en sí, sino por experiencias del pasado que tenía guardadas en mi interior y que no había resuelto aún. Fui deportista de élite, estuve en la Selección Española de Gimnasia Rítmica durante el período 2002-2008, siendo mi primer campeonato de Europa con tan solo 12 años. Esta etapa de mi vida tuvo una gran carga emocional, en la que aprendí muchas cosas que agradezco, y en las que también sufrí muchas otras que he ido soltando con el paso de los años. Tras mi retirada, mi cuerpo sufrió muchos cambios a nivel hormonal, y estuve muchos años castigándolo, sin quererlo, ni respetarlo. Gracias al yoga, me reconcilié con mi cuerpo, aprendí a escucharlo y atenderlo, y sobre todo a respetarlo y quererlo mucho. Tras años de práctica y diferentes formaciones, no fué hasta que encontré el estilo de yoga de Jivamukti, que sentí la necesidad de acompañar a otras personas por la senda del yoga, y es que como dice Sharon Gannon (fundadora de Jivamukti yoga), cuando el alumno está preparado, entonces aparecerá el maestro, y así fué. La practica de Jivamukti me ha aportado, además de una base sólida con respecto la enseñanza, una profunda coherencia en mi práctica de yoga, y también en mi vida personal. Mi práctica ha cambiado completamente, ahora todo tiene un sentido, cada cosa que hago, integrar los conocimientos desde el lugar del entendimiento y no como algo intelectual. Y es por ello, que decidí formarme como profesora (soy certificada 300hr, y actualmente estoy ampliando a 800hr), porque ahora si que siento en lo más profundo de mi corazón, la necesidad de transmitir el mensaje de esta disciplina tan enriquecedora y transformadora. Es por ello, que tras ser madre, y todo lo que conlleva la maternidad y la revolución interior que estoy viviendo de aprendizaje gracias a mi hijo, que decidí ser un poco más valiente, y entregarme por completo a este camino. Por último, solo me queda agradecer a mi familia el apoyo y la motivación diaria, y a ti, que estás aquí acompañándome, GRACIAS.